descripción

Ubicada en segunda línea de mar, a pocos pasos del puerto y del paseo marítimo, se encuentra esta amplia casa semiadosada que limita con la zona verde del municipio y, por lo tanto, tiene vistas al mar sin obstáculos. En la planta baja se encuentra la luminosa sala de estar-comedor con chimenea y una cocina abierta bien cuidada. Adyacente a esta zona se utiliza una habitación como zona de estar. Además, en este nivel hay otras dos habitaciones con dos baños (uno de ellos en suite). En el sótano, además del área técnica y de almacenamiento, hay otras dos habitaciones dobles con un baño con bañera. Accesibles por una entrada separada y conectadas por una escalera de caracol a la planta baja. ¡Idealmente situada en una calle tranquila y céntrica! Equipamiento: aire acondicionado frío/calor, estufa de leña. Ubicación: Colonia de Sant Pere con sus urbanizaciones adyacentes de Betlem y Estanyol es el inigualable pueblo en el idílico noreste de la isla, perteneciente al municipio de Arta, que ha sabido preservar el carácter del pequeño pueblo de pescadores y combinarlo con el estilo de vida cómodo de las áreas urbanas y rurales con fincas individuales y lujosas casas de campo. Todas las propiedades comparten la ubicación especial junto al mar con vistas a la bahía y la silueta de la Sierra Tramuntana. Esta zona está rodeada y enclavada por la cadena montañosa de la Sierra Llevant, uno de los mayores parques naturales de la isla. El paisaje está dominado por una naturaleza protegida única. En el puerto de Colonia de Sant Pere, barcos de pesca y yates de lujo se encuentran uno al lado del otro. Sin turismo de masas, con solo un pequeño hotel y ningún edificio más alto de 2 pisos, la pequeña comunidad con aproximadamente 800 habitantes es una de las áreas residenciales más atractivas de la isla. Disfrute de inolvidables puestas de sol sobre la bahía en uno de los diversos restaurantes en el paseo marítimo con árboles de tamarindo que se abastecen diariamente de pescado fresco de los pescadores locales. La playa, protegida por rompeolas y por lo tanto ideal para vacaciones con niños pequeños, está justo en el centro del paseo marítimo. Al suroeste de la ciudad se encuentra la única playa natural de 1.800 metros de longitud, que a pesar de su belleza es poco frecuentada y sigue siendo un secreto. Los senderos le llevan a las montañas hasta la Ermita de Betlem con impresionantes vistas al mar y los senderos bien construidos le llevan por la costa hasta el final de Cap, pasando por el mar turquesa con muchas pequeñas calas de arena y rocas. Varios campos de golf se encuentran a pocos minutos en coche. Condiciones óptimas para unas vacaciones relajantes y variadas en un entorno natural protegido, alejado de las corrientes turísticas.