5.900.000 €
Metro2 Parcela | 393 € |
Metro2 Construido | 14.713 € |
Parcela | 15.000 m2 |
Construida | 401 m2 |
Zona: Santa Gertrudis De Fruitera
Ubicada en el corazón de una parcela rústica con terrazas, que una vez formó parte de una finca agrícola más grande y ahora está cubierta de un bosque de pinos mediterráneos autóctonos, esta finca contemporánea, construida en 2013, logra el equilibrio perfecto entre la arquitectura moderna, el entorno natural y el encanto tradicional ibicenco. Ubicada a pocos minutos de Santa Gertrudis, una de las zonas más solicitadas de la isla, la vivienda está situada en la parte más alta y plana de un sitio inclinado, ofreciendo vistas abiertas del paisaje circundante y un entorno tranquilo ideal para vivir al aire libre. Diseñada por los arquitectos Laura Torres Roa y Alfonso Miguel Caballero, la casa se concibe como un único volumen con orientación sureste de casi 29 metros de longitud, estructurado en cuatro zonas funcionales diferenciadas. Cuenta con una acogedora entrada con cocina y comedor abiertos, una salón central que conecta a la perfección el interior y el exterior, una biblioteca que da acceso a los dormitorio principales y una suite de invitados independiente que también puede utilizarse como estudio u oficina. La vivienda cuenta con cuatro dormitorios con baño privado, cada uno cuidadosamente diseñado para brindar comodidad, privacidad y una fuerte conexión con el exterior. Dos patios interiores definen la distribución: uno en el centro, que extiende la salón y forma el corazón vibrante de la casa, y otro que separa el área de dormir familiar de la suite de invitados, al tiempo que aporta luz y aire al nivel inferior. El planta semisótano, bañado de luz natural gracias a un patio inglés, alberga las instalaciones técnicas pero también ofrece un potencial excepcional de personalización: piso de invitados, vivienda cinema, gimnasio, taller o zona de bienestar. La arquitectura integra sutilmente materiales tradicionales ibicencos: gruesos muros encalados, suelo de cerámica y piedra, y carpintería de madera. Las ventanas, dispuestas asimétricamente con respecto al exterior pero alineadas internamente, favorecen la ventilación natural y ofrecen vistas panorámicas de la naturaleza circundante. Las contraventanas de color azul intenso, que recuerdan a la finca original, enmarcan las vistas y aportan un toque poético a la fachada. Una discreta pero encantadora piscina, inspirada en las cuencas agrícolas tradicionales de Ibiza, completa la vivienda. Se asienta sobre un muro de piedra restaurado y está separada de la casa por un jardín natural, diseñado para ser recuperado por la vegetación autóctona que cambia con las estaciones. Esta residencia única es una oda a la vida mediterránea, diseñada para albergar momentos de convivencia y de tranquila reflexión, en un entorno elegante, sobrio y profundamente conectado con su paisaje. Por favor contáctenos para más información.