descripción

Situada entre varios de los pueblos más pintorescos de Mallorca, al borde de la sierra de Tramuntana y ofreciendo espectaculares vistas a la Bahía de Palma, Lucas Fox Mallorca le ofrece esta villa única. Diseñada con materiales naturales y una refinada simplicidad, la casa se desenvuelve armoniosamente entre sus espacios interiores y un ambiente bohemio exterior. La luz, el espacio y el silencio definen la experiencia, enmarcada por terrazas esculpidas y un jardín mediterráneo. A solo 15 minutos en coche del centro histórico de Palma, esta lujosa joya familiar ofrece una sensación de aislamiento y armonía: un hogar inspirado en la naturaleza, la intimidad y el ritmo de la isla. En su interior, cada detalle expresa equilibrio, pureza y una profunda conexión con el lugar. La arquitectura se integra de forma natural con el paisaje, mientras que la piedra, la madera y el nogal aportan textura y calidez a cada estancia. El diseño refleja una estética contemporánea y relajante, profundamente arraigada en el estilo de vida mediterráneo: volúmenes generosos, luz tenue y una paleta de colores que permite que la naturaleza se exprese plenamente. Un interior diseñado para la comodidad total: elegante, funcional y lujoso. En la primera planta se encuentran dos dormitorios con baño en suite, así como una impresionante suite principal con vestidor y baño privado. En la planta baja, también hay otro espacioso dormitorio con baño en suite y vestidor. El recibidor da acceso a la cocina y al salón, todo ello rodeado de una espectacular terraza cubierta con magníficas vistas al mar y a la montaña. En la planta inferior se encuentra un espacio dedicado al bienestar y al ocio: garajes, salas técnicas, sala de juegos infantiles, spa, gimnasio y otro baño completo conectado a la zona de piscina, todo ello con magníficas vistas a los jardines y terrazas circundantes. Cada superficie ha sido cuidadosamente seleccionada: piedra natural, madera artesanal, metal cepillado y elementos a medida se combinan en una paleta táctil, atemporal y en perfecta armonía. Las terrazas cubiertas prolongan de forma natural las salas de estar, el comedor y la cocina, y conducen a la piscina y las zonas de estar, bellamente integradas en un típico jardín mediterráneo dominado por majestuosos olivos y palmeras. A la entrada de la villa, un césped rodeado de olivos centenarios ofrece una generosa sombra durante los meses de verano. La piscina climatizada, revestida de piedra balinesa y equipada con cubierta automática, cautiva por su generoso tamaño, invitando a nadar sin parar. Con vistas a la bahía de Palma, la piscina infinita de 12,5 x 3,8 metros es uno de los elementos distintivos de Son Falcó. Crea una línea perfecta entre el agua, el cielo y el horizonte, ideal para mañanas tranquilas, tardes largas y atardeceres dorados. Rodeada de terrazas de piedra natural y una cuidada vegetación mediterránea, la piscina se integra a la perfección con el entorno, convirtiéndose en un auténtico punto focal y un remanso de paz. Un espacio diseñado para disfrutar plenamente del arte de vivir. Desde el suelo hasta los acabados, cada detalle refleja un lujo discreto que valora la artesanía, la simplicidad y la calidad duradera: la sensación al pisarlo, el peso de un tirador, el suave juego de luz sobre una pared texturizada. Sutil, atemporal y hecho para vivir. El jardín paisajístico exhibe el carácter natural de la isla: estructurado, auténtico y avivado por sutiles detalles. Palmeras, olivos y muros bajos de piedra mallorquina crean una fusión perfecta de arquitectura y naturaleza. Cada camino, cada terraza, contribuye a una atmósfera de calma y continuidad, creando espacios exteriores elegantes, orgánicos y profundamente arraigados en el entorno. Las terrazas se diseñaron en colaboración con Terraza Balear, referente del diseño contemporáneo de exteriores en Mallorca. Líneas limpias, materiales naturales y formas esculturales definen espacios diferenciados dedicados a la gastronomía, la relajación y la contemplación de las vistas. La villa disfruta de una posición elevada y serena a las puertas del pueblo de Bunyola, con impresionantes vistas a la Bahía de Palma y a las montañas de Tramuntana, lo que le da una sensación de privacidad y absoluta tranquilidad. Aunque parezca un lugar apartado del mundo, Palma está a solo 15 minutos, ofreciendo fácil acceso a la cultura, la gastronomía y conexiones internacionales. Además, cerca de pueblos emblemáticos como Valldemossa y Sóller, la ubicación ofrece el equilibrio perfecto entre tranquilidad y comodidad.