descripción

Lucas Fox presenta en el monte Jaizkibel como telón de fondo y el silencio del entorno como aliado, a Patxillaborda, que es una invitación a vivir con calma, autenticidad y belleza. Esta finca rural ofrece una oportunidad única para adquirir un conjunto de apartamentos con encanto, donde la arquitectura tradicional vasca se combina con el confort contemporáneo. Dispone de varios apartamentos independientes perfectos para uso turístico o familiar, todos con entrada propia y excelente distribución. Sus interiores son luminosos y acogedores: espacios amplios, techos altos, cocinas equipadas y vistas despejadas al entorno natural. Cada unidad ha sido restaurada con esmero, respetando los materiales originales y dotándola de todas las comodidades modernas. Espacios amplios, luz natural y vistas abiertas crean una atmósfera de serenidad, Se trata de una finca rural restaurada que construída con materiales nobles como piedra y madera, pero con todas las instalaciones y confort actuales. Perfecta como inversión turística o como residencia privada, Patxillaborda es un refugio auténtico, cerca del mar y de San Sebastián, pero lejos del bullicio. Un lugar donde el tiempo se vive de otra manera. La propiedad cuenta con un edificio principal compuesto por 5 apartamentos exteriores, todos ellos con abundante luz natural y hermosas vistas al entorno natural. Cada apartamento está diseñado para ofrecer comodidad y funcionalidad, e incluye cocina totalmente equipada, baño privado, zona de estar y comedor, dormitorios amplios y entrada independiente. Además, uno de los apartamentos está adaptado para personas con movilidad reducida, con accesos sin barreras para garantizar la máxima accesibilidad. El edificio dispone también de una amplia terraza exterior de más de 100 m², ideal para el descanso al aire libre, así como de un garaje cubierto con más de 150 m² de superficie, con capacidad para varios vehículos y espacio adicional que puede destinarse a almacenamiento, taller u otros usos polivalentes. La finca se extiende sobre un terreno de 10.000 m² (1 hectárea), un espacio versátil y con múltiples posibilidades, ya sea para uso agrícola, recreativo o paisajístico. Cuenta con una huerta en plena producción, perfecta para autoconsumo o para desarrollar actividades vinculadas al agroturismo. Asimismo, dispone de una caseta agrícola funcional, ideal para guardar herramientas, maquinaria o utilizar como espacio de almacenamiento complementario.