305.000 €
Metro2 Parcela | 190 € |
Metro2 Construido | 1.240 € |
Parcela | 1.603 m2 |
Construida | 246 m2 |
Útil | 193 m2 |
Chalet en suelo rústico con cuidada parcela en zona de hermosas pinadas en el término municipal de Sagunto. Completamente reformado con muy buenas calidades. Lo común y no tan común a otras casas: Características: Suelo rústico Suministro de luz de red Suministro de agua, comunidad de regantes. Cuenta con aljibe (depósito de agua) Acceso rodado asfaltado Planta baja •Porche de unos 30m² con orientación sur •Zona de salón con luz natural y acceso directo al porche. •Zona de comedor con vistas al jardín. •Cocina office equipada con península y acceso directo a la terraza poniente. •Baño completo con ducha. •Dormitorio versátil (habitación de invitados o despacho). •Armarios de almacenamiento bajo escalera. Primera planta •Dormitorio principal con cuarto de vestir y pequeña terraza privada. •Dos amplios dormitorios adicionales con vistas al jardín. •Baño completo que da servicio a las habitaciones. •Despacho (habitación de invitados) •Porche con orientación sur oriente, destinado a lavadero y tendedero. Exteriores •Parcela cuidada de 1.603m² con zona de jardín, terrazas, huerta, gallinero y pinada. •Garaje cerrado de unos 48m² •Paellero al aire libre. •Zona destinada a instalar una piscina (actualmente hay una desmontable) •Espacios de sombra natural y zonas de descanso con césped. •Amplia zona con hormigón impreso delante de la casa •Vistas despejadas hacia el entorno natural y las sierras cercanas. Entorno •Ubicada en un enclave tranquilo, rodeado de pinadas mediterráneas que aportan frescor y mucha privacidad. •A escasos minutos de Sagunto, con todos sus servicios, playa de puerto de Sagunto. Nuevos polígonos industriales, polo logístico de Mercadona, megafábrica PowerCo etc. •Cercanía a Petrés y Albalat dels Tarongers, pueblos con encanto y buena comunicación. •Excelente combinación de naturaleza y proximidad a núcleos urbanos. Esto es lo que hace especial esta casa y la diferencia de tantas otras: El sol que se suele levantar desde el oriente (alguien ha reportado que alguna vez lo ha hecho desde el poniente, pero no me consta), va deslizando, hasta perderse en los montes, la manta oscura de la noche y va pintando con una maestría digna de los impresionistas todas las hojas, piedras y objetos dispersos por el jardín, mientras los habitantes de la casa se desperezan y ruidosamente se despiden de la casa para abocarse a sus frenéticas actividades diarias. La casa permanece en silencio, mientras las sombras se derriten acompañadas de las cigarras hasta recomponerse nuevamente y, acompañadas por el viento danzan junto a los árboles, esperando a que los alegres habitantes se unan a celebrar la tarde. Al atardecer los colores se vuelven anaranjados y entre dos luces se deja caer la noche sobre las horas del interminable verano. La blanca casa silenciosa parece agazapada bajo la pinada, atenta y pronta a recoger a sus gentiles habitantes, para llevarlos poco a poco, convenciéndolos amorosamente, a reunirse primero, bajo la porchada para maravillarse de la “sfumatura” de los sonidos y colores del día, para que luego en torno a la mesa, cada uno reporte sobre las aventuras vividas en ese rincón especial del jardín que ha escogido.